Después de la
entrevista llevada a cabo a Sandra Alas, hemos visto como primero evolución y
calificación no es lo mismo, como nos han explicado los profesores de
didáctica, de teoría y de organización.
Evaluación es un
proceso que se lleva a cabo durante todo el año, para ver como evoluciona el niño,
aunque realmente nunca podemos saber conque parte el niño y que aprende, no hay
forma de saber lo que aprende, pero la evolución sería durante todo el año.
Calificación es poner nota al conocimiento, a lo que han aprendido los alumnos,
con el fin de segregarlos y colocarlos según valen o no valen.
Vemos como es necesaria
una evaluación, no solo para el alumno, sino para el centro y los profesores,
para que sepan que pueden mejorar, como dice Santos Guerra, la evaluación debe
ser una herramienta de evaluación para el centro para seguir mejorando. Una de
las frases que podemos rescatar de Santos Guerra es: “La finalidad de la
evaluación, y el origen de su exigencia, es la mejora de la práctica que se
realiza en los Centros […] No se evalúa por evaluar o para evaluar sino para
mejorar la calidad de la práctica.”
Vemos como todo el
trabajo realizado a lo largo de un trimestre se evalúa en un examen, da igual
lo que hayas hecho anteriormente, si suspendes el examen, suspendes las
asignaturas, con ello le transmitimos al alumno que lo importante es el fin, da
igual si tiene dificultad, problemas en casa, problemas en la clase, no importa
nada del alumno, lo único que valoramos es si ha llegado donde creemos que es
necesario para aprobar una asignatura. El aprendizaje no se puede medir, no hay
forma de saber si el alumno ha adquirido dichos conocimientos en una hora, para
saber algo así, habría que discutir con el alumno, hablar en varias sesiones
con él o ver como hablan entre ellos cuando se expone un tema, entonces
veríamos que conocimientos han adquirido, cuales han hecho suyos, cuales
utilizan en los contextos correctos y en cuales no interfieren porque no los
han comprendido. Pero se podría saber lo aprendido porque se interacciona con
ellos, no porque se les pone un papel y ellos escriben todo lo que recuerdan y
han memorizado, eso no es aprendizaje, es memorización.
Creemos por lo tanto
que un examen a nivel de medir un aprendizaje no muestra nada, sino que muestra
el nivel de cada individuo para memorizar temas en concreto, con lo cual el
examen solo valdría para ver quien tiene mayor capacidad. “No todo lo que
importa se puede medir y no todo lo que se puede medir es importante.” (Eisner), también hay que tener en cuenta que usar un mismo método de
evaluación para todos los alumnos, es un error, pues todos los alumnos son
diferentes y es exigirle a alumnos diferentes, con diferentes ritmos de
aprendizajes, lo mismo y en el mismo momento, sin atender a sus necesidades,
capacidades y ritmos de aprendizaje.
Finalmente consideramos
que hay un desconocimiento de una evaluación democrática, confundiendo ésta con
la calificación. Además hay una serie de factores que Santos Guerra nos
muestra en este sentido, dificultando el desarrollo de una evaluación, uno de
ellos es que tendemos a pensar que si nuestra clase va bien, todo va bien, si
consigo el éxito no hay más preocupaciones, sin embargo esto tiene un doble
sentido, porque no nos abrimos al centro, y esto obstaculiza el éxito
colectivo.
Si entendemos que la evaluación depende única y exclusivamente del alumno, es decir, si se le atribuye toda la responsabilidad y el trabajo a éste, se impide el desarrollo de la evaluación con el fin de mejorar. En la mayoría de los casos, el alumnado es producto de nuestro trabajo y esfuerzo, en otras palabras, el fracaso de un alumno, es el fracaso de su profesor. Y como no llevar a cabo una programación elaborada, nos olvidamos del cómo y del qué hacer para mejorar, ¿es esto educativo?
Si entendemos que la evaluación depende única y exclusivamente del alumno, es decir, si se le atribuye toda la responsabilidad y el trabajo a éste, se impide el desarrollo de la evaluación con el fin de mejorar. En la mayoría de los casos, el alumnado es producto de nuestro trabajo y esfuerzo, en otras palabras, el fracaso de un alumno, es el fracaso de su profesor. Y como no llevar a cabo una programación elaborada, nos olvidamos del cómo y del qué hacer para mejorar, ¿es esto educativo?
Desde nuestro punto de vista somos
modelos para nuestros alumnos, estos tienden a imitarnos, a observarnos y en
consecuencia tomarnos como referentes a la hora de construir su persona, por
ello si manifestamos una actitud acelerada, poco observadora del proceso,
probablemente esto repercuta en nuestro alumnado a corto o largo plazo, por lo
tanto consideramos que no sería educativo.
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